Mercedes V-Class: La combinación perfecta entre tecnología y lujo
Mercedes es una de las marcas más reconocidas en el mundo de la automoción, y su V-Class es una muestra de su excelencia en diseño, tecnología y lujo. Este MPV basado en una furgoneta ofrece motores diésel económicos y hasta ocho asientos, pero su precio premium es una clara señal de su calidad y exclusividad.
Un diseño renovado y elegante
La V-Class fue creada a partir de la antigua Viano de Mercedes, que ya empezaba a quedarse obsoleta en comparación con sus rivales más modernos como el Ford Tourneo Connect y el Volkswagen T6 Caravelle, e incluso con la opción más asequible, el Hyundai i800. Sin embargo, Mercedes ha sabido renovar su diseño exterior con una parrilla de dos lamas que incorpora su icónico logo de tres puntas.
Motor diésel mejorado y eficiente
El motor diésel de 2.1 litros de la V-Class ha sido heredado de su modelo anterior, pero ha sido revisado para ofrecer un mejor rendimiento. La versión de entrada, el 220 CDI, produce 160 CV y 280 Nm de torque, mientras que el 250d, probado aquí, ofrece 187 CV y 324 Nm. El 220 CDI emite 163 g/km de CO2 y tiene un consumo promedio de 49.6 mpg, mientras que el 250 d emite 166 g/km de CO2 y tiene un consumo combinado de 44.8 mpg.
Opciones de asientos y espacio
La V-Class ofrece diferentes opciones de asientos, desde siete asientos individuales en una configuración de dos/dos/tres, hasta un modelo “Long” que es 24.5 cm más largo y un modelo “Extra Long” que es 47.5 cm más largo y viene con ocho asientos individuales de serie. Además, Mercedes ha ampliado su gama de V-Class en 2017 con el lanzamiento del Marco Polo, un competidor directo del Volkswagen California.
En términos de calidad percibida, la V-Class es un lugar mucho más lujoso que sus competidores como el Ford, Hyundai o VW. Hay dos niveles de equipamiento disponibles: Sport y AMG Line. El Sport viene con navegación por satélite, sensores de estacionamiento, cámara de marcha atrás, portón trasero automático, tapicería de cuero con asientos delanteros calefactados, faros LED y llantas de 17 pulgadas. La versión AMG Line cuenta con llantas de 19 pulgadas, detalles en fibra de carbono y un kit de carrocería deportivo.
El modelo camper Marco Polo también está disponible en dos niveles de equipamiento. El modelo Sport de entrada viene con todo el equipamiento del V-Class estándar, además de un lujoso sofá cama para dos personas, control de clima de tres zonas, techo elevable con cama doble, suelo de madera de yate, asientos delanteros giratorios y una cocina completa con nevera, cocina de gas, fregadero y múltiples espacios de almacenamiento. La versión AMG Line añade detalles cromados y suspensión deportiva.
Interior de alta tecnología
Aunque los materiales y la tecnología de última generación de Mercedes están presentes en el interior de la V-Class, algunas áreas pueden presentar cierta fragilidad y ruidos molestos, como en el caso de nuestra unidad de prueba que tenía ruidos continuos en la bandeja trasera. Sin embargo, la posición de conducción es excelente, con una buena visibilidad hacia adelante y una pantalla de información y entretenimiento de 7 pulgadas fácil de usar.
Los asientos delanteros y traseros ofrecen una buena gama de ajustes, y los asientos de la segunda fila tienen un respaldo reclinable, dos reposabrazos y una mesa plegable. Además, pueden deslizarse hacia adelante y hacia atrás para facilitar el acceso a la tercera fila, que también se puede ajustar en esta dirección.
Aunque el espacio para las piernas es limitado con los siete asientos en su posición normal, se puede mejorar empujando las dos filas traseras hacia adelante, a expensas del espacio para las piernas. Por supuesto, también se pueden quitar los cinco asientos traseros por completo, pero son pesados y difíciles de manejar.
Conducción suave y refinada
El motor diésel de cuatro cilindros de la V-Class es sorprendentemente silencioso y suave, incluso cuando se le exige. Además, la caja de cambios automática de doble embrague de siete velocidades funciona sin problemas y rara vez cambia demasiado de marcha al acelerar.
La dirección es precisa y bien ponderada, pero como ocurre con la mayoría de los MPVs, filtra cualquier sensación de la carretera. Desafortunadamente, la suspensión de la V-Class también da una sensación similar, con un rebote excesivo en los baches y una sensación de inestabilidad en las curvas.
En resumen, la Mercedes V-Class es una combinación perfecta entre tecnología y lujo, con un diseño elegante, un motor diésel eficiente, opciones de asientos y espacio, y un interior de alta tecnología. Sin embargo, su precio premium y algunos problemas de calidad pueden ser un obstáculo para algunos compradores. Aún así, es una excelente opción para aquellos que buscan un MPV de alta gama con todas las comodidades y prestaciones que ofrece Mercedes.