La frenada regenerativa juega un papel crucial en la eficiencia y autonomía de los vehículos eléctricos e híbridos. A diferencia de los vehículos de combustión interna, donde el manejo en carretera puede ser más eficiente que en entornos urbanos en términos de consumo de combustible, con los coches eléctricos e híbridos sucede lo contrario. En estos casos, la conducción en la ciudad puede ser más beneficiosa para la autonomía debido al aprovechamiento de la energía de frenado. Conoce la importancia de la frenada regenerativa en los coches eléctricos. ¿Cómo influye autonomía?
¿Qué es el frenado regenerativo?
Cuando un vehículo eléctrico o híbrido desacelera o frena, el sistema de frenado regenerativo convierte la energía cinética en electricidad, que luego se utiliza para recargar la batería. Esta energía recuperada puede aumentar o mantener la autonomía del vehículo, lo que lo hace más eficiente en términos de consumo de energía.
¿Cómo funciona el proceso de frenado regenerativo?
El proceso de frenado regenerativo se activa cuando el conductor levanta el pie del pedal del acelerador, lo que permite una conducción más relajada y predictiva. Si se requiere una desaceleración adicional, se puede pisar el pedal del freno, activando también los frenos convencionales.
Es importante destacar que la frenada regenerativa se complementa con los sistemas de frenado hidráulico convencionales, asegurando un frenado efectivo en todas las situaciones. Además, algunos vehículos permiten al conductor ajustar el nivel de frenado regenerativo según sus preferencias y necesidades específicas.
¿Cuánta energía puede recuperar?
La cantidad de energía recuperada mediante el frenado regenerativo puede variar dependiendo de diversos factores, incluido el estilo de conducción del usuario. Se estima que esta recuperación puede oscilar entre el 16% y el 70%, siendo más eficiente cuando se reduce la velocidad gradualmente con anticipación.
En resumen, la frenada regenerativa en los vehículos eléctricos e híbridos es fundamental para optimizar la eficiencia energética y aumentar la autonomía. Al aprovechar la energía de frenado que de otro modo se perdería, este sistema contribuye significativamente a la sostenibilidad y al rendimiento de estos vehículos.