En un inesperado giro estratégico, Ford y GM han manifestado abiertamente su disposición a explorar una colaboración integral en el desarrollo tecnológico de coches eléctricos. Este posible acercamiento entre dos gigantes de la industria automotriz sugiere una búsqueda conjunta para reducir costos y acelerar los procesos necesarios en la vertiginosa carrera hacia la electrificación vehicular.
Durante una conferencia sobre coches eléctricos organizada por Wolfe Research, tanto Jim Farley, CEO de Ford, como Mary Barra, CEO de GM, dejaron entrever la posibilidad de una asociación estratégica. Aunque no mencionaron directamente la opción de colaborar entre sí, sus declaraciones apuntaban a la búsqueda de eficiencias en la investigación y desarrollo (I+D), especialmente en tecnologías no directamente orientadas al consumidor.
Evolución del desarrollo automotriz
La electrificación de la industria automotriz presenta desafíos significativos, y uno de los principales obstáculos es el costo de las baterías. Ambos líderes reconocieron la necesidad de buscar soluciones colaborativas para abordar este problema crítico y acelerar la adopción masiva de vehículos eléctricos.
La preocupación por las baterías es central, ya que la industria se enfrenta a la dicotomía entre tiempos de recarga prolongados y la necesidad de ofrecer packs de baterías de gran capacidad. Esta última alternativa conlleva desafíos como el aumento de peso de los vehículos y una posible pérdida de espacio útil, además de incrementar el precio de los vehículos eléctricos.
Alianzas estratégicas ¿Estados unidos tiene el poder?
El contexto global también agrega una capa adicional de complejidad. La penetración rápida de marcas chinas, como BYD, en mercados clave como Europa y Sudamérica, genera inquietudes sobre la competencia y el posible subsidio gubernamental. Se señala que el 25% del mercado automotriz mexicano ya está en manos de fabricantes chinos, lo que representa un factor motivador para que los gigantes estadounidenses exploren alianzas estratégicas.
Si bien Ford y GM han incursionado en el segmento de vehículos eléctricos, especialmente con camionetas pickup, la rentabilidad y la competencia con fabricantes chinos que ofrecen costos de producción más bajos son desafíos prominentes. La situación de BYD, que ha logrado una rápida expansión en mercados internacionales, resalta la necesidad de encontrar soluciones innovadoras y competitivas.
Costos de producción más bajos
Jim Farley resaltó la importancia de buscar socios para estandarizar las células de batería y sugirió la posibilidad de colaborar con otro fabricante de automóviles en este esfuerzo. La estandarización de las baterías se presenta como un paso crucial para mejorar la eficiencia y reducir los costos de producción en el ámbito de los vehículos eléctricos.
Aunque ambas compañías han logrado avances iniciales en el mercado de vehículos eléctricos, la idea de una alianza estratégica indica una estrategia más amplia y colaborativa para enfrentar los desafíos venideros. La búsqueda de vehículos eléctricos nuevos y asequibles se presenta como un objetivo central, y la rentabilidad en los primeros 12 meses se perfila como un criterio fundamental para lanzar nuevos modelos al mercado.
La posible colaboración entre Ford y GM podría tener un impacto significativo en el futuro de la movilidad eléctrica en Estados Unidos. Si estas dos potencias automotrices deciden unir fuerzas, podríamos presenciar una nueva era de competencia e innovación en la industria, con el potencial de acelerar la adopción masiva de vehículos eléctricos y superar los desafíos actuales.